top of page

"Léeme cuando todo vaya mal": Una carta a ti mismo en tus momentos más oscuros

  • Foto del escritor: Francisco  Acuna
    Francisco Acuna
  • hace 27 minutos
  • 2 Min. de lectura

Hay frases que parecen simples, pero cargan consigo una profundidad emocional que atraviesa cualquier tormenta. Una de ellas es: “Léeme cuando todo vaya mal.”¿De dónde proviene?Esta expresión se ha hecho popular en cartas de amor, en mensajes que padres dejan a sus hijos, y sobre todo, en esos “sobre para abrir en caso de emergencia” que muchas personas se escriben a sí mismas o a otros. Se ha vuelto símbolo de resiliencia emocional: un ancla para cuando el mar de la vida se pone bravo.



¿Por qué es tan poderosa esta frase?

Porque apela directamente a uno de los gestos más humanos y más sanadores: el recordatorio de que no todo está perdido. Que incluso en los días más oscuros, existe una versión de ti que aún cree. Que sigue confiando. Que recuerda tu valor, tu propósito, y tu fuerza.

Una carta o mensaje que empiece con “léeme cuando todo vaya mal” no necesita ser extensa ni perfecta. Lo que importa es su intención: volver a conectar contigo mismo cuando más lo necesitas.


¿Qué puede contener una carta así?

Estas cartas suelen incluir elementos como:

  • Un recordatorio de tus logros y batallas superadas.

  • Frases que te definen.

  • Palabras de alguien que te ama (o de ti mismo en tu mejor versión).

  • Tus valores y lo que realmente importa.

  • Razones para seguir adelante.

  • La certeza de que esto también pasará.


Escribir para sanar: el poder de la escritura terapéutica

Desde la psicología positiva y terapias como la logoterapia de Viktor Frankl, hasta estudios contemporáneos como los de James Pennebaker (psicólogo de la Universidad de Texas), se ha comprobado que escribir nuestras emociones tiene un profundo poder curativo.

Un ejercicio tan simple como escribir una carta a uno mismo desde la compasión puede ayudarte a:

  • Reducir la ansiedad.

  • Ganar perspectiva.

  • Fortalecer la autoestima.

  • Reprogramar el pensamiento catastrófico.

“Escribir es recordar lo que uno no sabía que sabía.” — William Zinsser


Cómo crear tu propia carta para "cuando todo vaya mal"

Aquí te dejo una guía sencilla:

  1. Empieza con una fecha y un saludo cercano.“Hola, [tu nombre]. Sé que ahora mismo sientes que el mundo se está derrumbando…”

  2. Reconoce lo que estás sintiendo.No minimices el dolor. Valídalo: “Es normal sentirse así. Ya has pasado por momentos así antes…”

  3. Recuerda tus logros.“Acuérdate cuando superaste aquella vez en que… eso también parecía imposible y lo lograste.”

  4. Repite tus mantras o frases que te sostienen.“Esto también pasará. Estoy orgulloso de ti, incluso cuando caes.”

  5. Termina con una promesa.“No importa lo que estés enfrentando, yo —el que escribe esta carta— creo en ti. Estoy aquí contigo. Y volverás a levantarte.”


¿Y si nunca has recibido una carta así?

Escribe una. Para ti. Para alguien que amas. Para ese futuro tú que algún día se sentirá perdido. No necesitas ser poeta. Solo necesitas honestidad y amor.

Porque al final del día, cuando todo parezca ir mal, será esa carta la que te devuelva a casa.


“Léeme cuando todo vaya mal” no es solo una frase. Es una invitación a construir un refugio dentro de ti mismo. A recordarte que no importa cuán nublado esté el cielo, siempre habrá una versión de ti que sabe esperar a que vuelva el sol.

Comments


bottom of page